lunes, 16 de mayo de 2011

PURA VIDA



Ha tenido que ser Guerín, el francotirador, quien me devolviera las ganas -todas, locas- de volver a escribir aquí. Ha tenido que ser Guerín quien me pusiera le feu aux poudres, que dicen los franceses. Honesta, viva, hermosa, antigua, emocionante, humana. Ya desde los títulos de crédito, se anuncia la experiencia inolvidable y gozosa. Está la distancia justa, sin falsos colegueos, sin asquerosos miramientos, sin condescendencias facilonas, sin recreaciones innecesarias. Guest celebra la vida, la diferencia, lo particular. Estéticamente maravillosa sin caer en el preciosismo, narrativamente fluida sin el uso de artificios superfluos, Guest pasa como la vida. De verdad.


Nota a pie de página:

La semana pasada, en la Filmoteca, en el ciclo de Documenta Madrid, por recomendación, homenaje a Vittorio de Seta. Un buen puñado de documentales sobre pescadores, Sicilia, campo, fiestas populares, Calabria, quesos, minas de azufre, Cerdeña. Años 50. Una gozada. Por el color, los sonidos, las imágenes, las historias sin palabras. Todo muy de verdad. Otra vez.

miércoles, 11 de mayo de 2011

HASTA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ



Pregunté a unos cuantos
Canciones recientísimas que os den subidón inmediato
Por aquello de seguir con la curva ascendente
El resultado fue este (delirante, cuando menos)
Espero que a alguno sirva

L.I.F.E.G.O.E.S.O.N. de Noah and The Whale
Perlas de El columpio asesino
Barbra Streisand (Radio Edit) de Duck Sauce
Napolitan Girl de The Divine Comedy
Rum & Coca Cola en versión de Wanda Jackson
Trust Me de The Streets
Baby de Justin Bieber
If You Wanna de The Vaccines
What You Know de Two Door Cinema Club
Cold War de Janelle Monáe
Free Mason de Rick Ross feat. Jay Z
I will come back de Holy Ghost!
Odessa de Caribou
Till the world ends de Britney Spears
Solo (sapore bicoro remix) de Linda Mirada
Hello de Martin Solveig feat. Dragonette
Laredo de Band of horses
Prometo hacerte daño de Nudozurdo
La rave de Dios de Pony Bravo
Dance yrself clean de LCD Soundsystem

domingo, 8 de mayo de 2011

I'M BACK


He estado sin internet un buen rato. Bien para algunas cosas, fatídico para otras. La falta de conexión y una retahíla de desgracias me han hecho mantenerme apartado del blog. Sin gana(s), sin red(es), sin gancho(s). Con agujeros, vacíos y dudas. Desgracias desgraciadas. Algunas cotidianas y estúpidas como ciertas roturas encadenadas. Mi aspiradora falleció (no era una Dyson sino habría llorado amargamente su último suspiro, pero sí un simpático cacharro rojo al que yo le veía un cierto parecido a C3PO). Mi calentador empezó a gotear y en una sola jornada laboral tiñó la pared azul de mi baño de un naranja herrumbroso. Mi nevera hizo lo propio una madrugada y amaneció cadáver, ahogada en su propio vómito acuoso. Estas son las que se pueden contar. Las que provocan la risa, la sonrisa o el choteo del oyente. Las que suscitan una solidaria empatía, una inmediata simpatía. Luego están las otras desgracias, las irreparables, las irremplazables, las de verdad. Las que no se cuentan. No aquí. En medio de esta fabulosa tristeza, que diría Cheever, que me ha mantenido mudo, callado y quieto, algunas cosas han sanado, reparado, redimido, o, al menos, han dado un respiro a este maltrecho tapir. Algunas, muchas, no se pueden contar. No aquí. Pero sí os puedo hablar del relumbrón del concierto de Betty Lavette en la sala Caracol, de las risas de leer Ellos mismos de Joaquín Reyes, del gustazo de intoxicarse e insomnizarse tragándose la serie Bored to death (dios salve al trío protagonista), de la velocidad supersónica de un AVE volando hacia el Sur, de la lisergia animada de Rango, de algunos tomates con sal gorda, de la diversión del directo de Linda Mirada en El Juglar, de la ribera del Manzanares a lomos de mi bici, de sudar al ritmo de LCD Soundsystem sin solución de continuidad, de las hamburguesas del HD, de la hegemonía del botellín en el Sur, de algunos partidos de fútbol, de la brillantez lucida y lúcida del Diccionario de literatura para esnobs y de todos los descubrimientos resultantes de su lectura, de la segunda edición de Gracias por la música y de ver algunas de mis caseras covers allí, de la celebración de la gratuidad. Y lo que queda. Y menos mal.